Algo había cambiado cuando abrí los ojos por la mañana.
Era la luz, algo más
clara aunque siguiera teniendo el matiz gris verdoso propio de un día nublado
en el bosque.
Comprendí que faltaba la niebla que solía envolver mi ventana.
Me levante de la cama de un salto para mirar fuera y gemí de
pavor.
Una fina capa de nieve cubría el césped y el techo de mi coche, y blanqueaba el
camino, pero eso no era lo peor. Toda la lluvia del día anterior se había
congelado, recubriendo las agujas de los pinos con diseños fantásticos y
hermosísimos, pero convirtiendo la calzada en una superficie resbaladiza y mortífera. Ya me costaba mucho
no caerme cuando el suelo estaba seco; tal vez fuera más seguro que volviera a
la cama.
Edward: Me gustaría saber que tanto piensas al ver la
ventana.-sonrió.
Bree: Me da gusto que tu cabeza de vueltas sin mi respuesta.
Envolví mis manos sobre su cuello atrayéndolo a mí, para darle un fugas beso y perderme en sus ojos,
Edward envolvió sus manos sobre mi cintura atrayéndome más a él. A pesar del
frio clima, y de él. Me era imposible no sentirme acalorada ante sus dulces
caricias.
Edward: No quiero dejarte, me quedare contigo si tú me lo
pides.
Beso dulcemente mi cabeza asiéndome estremecer.
Bree: No hay problema, tienes que casar, no voy a dejar que
te mueras de hambre.
Edward: Debo protegerte, de todos.
Mire sus ojos suplicantes.
Bree: Estaré bien, además solo son una horas –sonreí. – vete
ya, no hagas esperar a tu familia.
Edward: te quiero mi Bree-sonrió-
Beso mis labios dulcemente, para después quedar frente con
frente mirando sus ojos, sus encantadores ojos.
Edward: Cuida de mi corazón, lo he dejado contigo.-Dijo
antes de salir de la ventana para despedirse con una sonrisa y volverse a
acercar a mí.
Bree: estará bien, el mío te seguirá a donde vayas.
Me beso dulcemente para así salir de mi habitación y
perderse entre las capas de nieve.
Edward se había marchado, al igual que Feel. Él ya se había
ido antes de que yo bajara las escaleras.
En muchos sentidos, vivir con él era como tener mi propia casa y me
encontraba disfrutando de la soledad en el lugar de sentirme sola, pero cuando
Edward estaba lo hacía más acogedor y perfecto.
Engullí un cuenco de
cereales y bebí un poco de zumo de naranja a morro. La perspectiva de ir a la
reservación me emocionaba, y me asustaba
saber que la causa no era el estimulante entorno educativo que me aguardaba ni
la perspectiva de conocer más de ella.
Si no quería engañarme, debía admitir que deseaba acudir a
la reservación para ver a mi mejor amigo Jacob Black lo cual era una soberana
tontería.
Después del día anterior cuando comimos con su padre y el
mío, balbuceará como una idiota y me pusiera en ridículo, debería haberlo
evitado a toda costa.
Además sentía que algo me ocultaba lo veía en sus ojos cada
vez que preguntaba por Ángel.
Era plenamente consciente
de que jugábamos en ligas
diferentes, distantes. Por todo eso, no debería estar ansiosa por verle. Aunque
me metiera en problemas con Edward por desobedecerle.
Necesite de toda mi
concentración para caminar sin
matarme por la acera cubierta de hielo
en dirección a la carretera; aun así,
estuve a punto de perder el equilibrio cuando al fin llegue al coche,
pero conseguí agarrarme al espejo y me salve.
Estaba claro el día iba a ser una pesadilla dulce.
Cuando llegue a la Push
y Salí del coche, vi el motivo por el que no había tenido percances. Un
objeto plateado me llamo la atención y me dirigí a la parte trasera del monovolumen,
apoyándome en el todo el tiempo, para examinar las llantas, eran finas cadenas
entrecruzadas.
Feel había madrugado para poner cadenas en los neumáticos
del coche. Se me hizo un nudo en la garganta, ya que no estaba acostumbrada a
que alguien cuidara de mí, más que Edward, y la silenciosa preocupación de Feel
me había pillado desprevenida.
Estaba de pie junto a
la parte trasera del vehículo, intentando controlar aquella repentina oleada de sentimientos que me
embargo al ver las cadenas, cuando oí un ruido extraño.
Me percaté de que alguien había a mi lado al oír una
maldición en voz baja, y era
imposible no reconocerla.
Jacob: Hola Bree
¿cómo estás?-sonrió.
Bree: Hola, estoy bien y tú.
Jacob: Te vez hermosa-rio.
Intento contener la risa, era una manera de recibir a su
mejor amiga.
¿Era un cumplido?
O caso era algún tipo de
burla…
Bree: también te vez bien-dije burlón.
Nos habíamos sentando en instantes frente a la casa, estábamos
un poco distraídos tenía tiempo que no cruzábamos palabras y para mí era como
si lo hubiese visto por primera vez.
Jacob: Creí que no te dejarían venir a verme-suspiro viendo
al extraño bosque.
Bree: ¿Qué? –sonreí. Y lo mire.
Bree: De que hablas? , quien no me dejaría venir Jake.
Jacob: Tu Edward –gruño.
Tenía esa maldita impresión que Jacob podría sospechar algo
sobre Edward pero sin embargo me limite a preguntárselo, prefería evitar que el
aire se esparciera la acomodación por
parte de ambos.
Bree: Jake?..-suspire-, él es mi novio.
Si claro esta sí que era la contestación más estúpida jamás
creada por alguien tan torpe.
Jacob: Eso ya lo sé.-me miro serio, para volver a mirar el
suelo.
Habíamos quedado en silencio un par de segundos, hasta que
Jake. Dio un suspiro tan hueco y profundo que me provoco verlo al instante
provocando que mi piel se erizara.
Bree: ¿Que sucede? – mire su cara.
Jacob: Nada.-Suspiro- Nada lo que pase es que creo que hay
personas que están muertas en vida. Por amor.
Tarde segundos para entender lo que me decía. Pero no tuve
éxito alguno.
¿A qué se refería?...
Bree: ¿Porque dices eso?..-dije con voz entrecortada.
Jacob: Es por Michael-dijo casi sin respirar-
Bree: Que le pasa?... Aun no supera a Ángel?
Mi estúpida intervención volvió a sonar, tan mal. Que prefería
que la tierra me hubiese tragado. Como podía decir yo eso si tampoco podía superar
que mi hermana no aparecía, teníamos que fingir ante los demás que todo
aparentaba normalidad; Esa normalidad que esta capacitada para un ser humano.
Últimamente me daba desesperación no poder contarle a Jacob
todo lo que pasaba a su alrededor. Me sentía como tonta fingiendo que mi novio
y vampiro Edward era la persona más normal de mundo.
Jacob: Eh escuchado a Michael hablar por las noches, es como
un sueño.-Me miro.
Jacob: Y está comenzando a asustarme. Me refiero a sentir el
amor mucho más fuerte, no quiero sentir el dolor que siente él. ¿Comprendes?
Bree: ¿Por qué dices eso? Acaso Michael está sufriendo de lo
debido.
Quería alegrarme de que Michael estaba sufriendo, pero no podía
me estaba dando lástima que sufriera por su amada.
Bree: Debo saber qué tipo de sueños? –dije entrecortada
Jacob me miro un par
de segundos para volver la mirada al piso, sabía que esos sueños de Michael iban
más allá de los normales, pero Jacob quería negarse a decirme.
Jacob: El, no duerme bien. Siempre tiene pesadillas. Los
chicos ya no lo toleran dicen que es como si sus pensamientos fueran leídos por
Michael.
Bree: Que sueña? –insistí.
Jacob: Bueno.
Suspiro para narrar.
Flashback
Michael: Al menos dime porque te vas? – dije serio.
Ángel: Esto no es algo que yo hubiera elegido entre mis
tantas opciones Michael.
Michael: Debes decirme.
La tome de los brazos provocando que gimiera de dolor. Haciéndome
sentir el peor de los canallas a su
lado.
Ángel: Basta¡¡¡¡ -gruñí de dolor- No me vuelvas a tocar de
esa manera.
La amo tal como el primer día, porque me tenía que dejar aquí
sin respuestas a mis incógnitas. A ese dolor que perforaba mi pecho como una
daga ardiente incapaz de borrar.
Ángel: No eres tu-suspire frustrada.
Michael: Que?¡, No eres tu si no yo.. ¿No es cierto?
Ángel: Si, soy yo. Quiero estar aquí sola y sin ti.
Michael: No puedes ser tan cruel?-dije hincando frente a
ella.
Ángel: Puedo ser tan cruel como sea necesario con tal de
protegerte, porque te amo-suspire.
Michael: Regresaras? –dije tomando su mano.
Ángel: Yo….
Fin Del Flashback
Suspire, viendo la cara de dolor de Jacob narrar tanta cosa.
Michael estaba sufriendo más de lo que debía sufrir una persona. No me agradaba
Michael en lo absoluto pero tampoco me gusta que sufriera así. Quería poder ayudar
pero mis malditas posibilidades eran remotas a comparación de un lobo.
Jacob: Siempre despierta cuando Ángel está a punto de
decirle cuando llegara.
Bree: Son solo sueños-Aclare mi garganta.
Bree: Debo irme.
Me levante para dirigirme a Jacob.
Bree: vendré en cuanto pueda.
Jacob: Lo prometes?-suspiro.
Jacob: Te necesito.
Había jurando que mi rostro se había tornado rojo, evite la
mirada unos segundos para mirarlo y sonreír.
Bree: Y yo a ti.
Lo había dejado, mi mente necesita aclararse.
¿Que era esto que sentía? .
Quería pensar en eso pero un ruido estruendoso había retumbado
mi habitación. Me estuve quieta unos segundos, sabía que venía una pelea sin
tregua alguna. La primera por desobedecerlo, la segunda por haberle mentido y
la tercera por querer evitar un tema que ya se estaba a punto de abrir.
Bree: Me asustaste-dije pasible.
Edward: Fuiste a la reservación si mi permiso.
Bree: Lo necesitaba?-Gruñí.
Edward: No-suspiro.
Edward: pero él te ama Bree. Qué no lo notas?
Bree: Pero yo te amo a ti..
Lo abrase, para después mirar sus ojos.
Edward: Ángel podría ponerlo en contra mía, a pesar de lo
que he hecho por ella.
Bree: Que?-dije con recelo.
Bree: Acaso te importa tanto?
Las miradas se habían esparcido demasiado, ahora era un
secreto de él. Ahora era que le gustaba Ángel.
Me sentía más desquiciada que él, Estaba celosa de mi propia
hermana.